Para reflexionar sobre el perfil de un docente y/o tutor, primero quiero dejar de lado la educación tradicional y pensar en un modelo de educación emergente, adaptado a las necesidades del Siglo XXI.
Bajo
esta premisa, creo que los rasgos de la personalidad de un profesor/tutor deben
ser la exploración entendida como la
necesidad de nuevos conocimientos y descubrimientos, la innovación como la búsqueda de una mejora continua, la adecuación a
las necesidades actuales y adaptación al cambio, y el optimismo como fuente de motivación.
Con estos tres rasgos, tendría cubiertas gran parte de los rasgos muy recomendables para un profesor. Pero, además, este profesor deberá tener unas competencias que le provean de conocimientos y experiencia para poder transmitir a sus alumnos. Desde mi punto de vista, éstas serían las más adecuadas: en primer lugar, me gustaría poner la capacidad de atención y escucha, ya que no solo son los alumnos los que tienen que escuchar, sino también los profesores como parte esencial para conocer a sus alumnos. Otra competencia va a ser la empatía, esencial para crear un buen clima en el aula, fomentando el respeto a todos y cada uno de los presentes en el aula. La inteligencia emocional como instrumento de búsqueda de nuestras emociones básicas comunes y su gestión, esto nos permitirá observar que además de la gran cantidad de diferencia de culturas y étnias, nos une un objetivo que es la felicidad. Y, por último, creatividad, flexibilidad, confianza que permitan a los educandos explorar sus intereses, desarrollarlos y compartirlos con el resto, de manera que busquemos su participación a través de sus gustos e intereses.
Pero,
¿qué hay de mí?
A rasgos generales me atrevo a decir que cuento con muchos de ellos, unos más y otros menos desarrollados. Soy una persona caracterizada por tener habilidades sociales e independencia de criterio, esto me otorga autonomía en la toma de decisiones, y asumir las responsabilidades de forma activa. En este sentido me veo muy preparada para enfrentarme al cambio educativo que nuestra sociedad se merece y necesita. También me gusta destacar mi adaptación al cambio y mi apertura al aprendizaje, estos dos rasgos los junto porque considero que de cada cambio nada conocimiento y soy una persona que le gusta renovarse constantemente, aprender y descubrir, tengo una sed insaciable en cuanto a experiencias se refiere.
También poseo una retahíla de rasgos que necesito mejorar para convertirme en un profesor ideal. Me gustaría empezar por uno importante como es la competencia de liderazgo. Me gustaría que mis alumnos me tuviera
n como un referente, y a día de hoy me queda mucho camino que trabajar todavía. Me gustaría aumentar mis conocimientos sobre la psicología, la inteligencia emocional, y en general la pedagogía. Actualmente creo que peco de tener muy pocos conocimientos sobre humanidades y eso es un aspecto muy importante a mejorar. Otro aspecto que me gustaría mejorar es a aprender a saborear los logros, a recompensar los esfuerzos y a no poner tanta presión y objetivos que pongo sobre mí como sobre el resto y que son causantes de estrés, el cual es totalmente innecesario.
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