A partir del poema "¡oh, mi yo!" de Walt Whitman he realizado una reflexión acerca de las contribuciones que como tutora podré aportar a mis alumnos.
Para ello, he decido tomar el verso "De los ojos que en vano ansían la luz".
Este verso me recuerda mucho a mi juventud y creo que transmite un sentimiento muy generalizado por los jóvenes, que rebosan en deseos y sueños, sabiendo que sus posibilidades están muy limitadas y han de acogerse a los requerimientos de la familia y la escuela.
Durante la adolescencia los jóvenes le dan un impulso a la independencia y su necesidad de autorrealización, quieren parecerse a los adultos, pero saben sus limitaciones. Para luchar contra éstas, adquieren un actitud crítica frente a las familias mostrando su valía para asumir responsabilidades y opiniones. Esto provoca una intensidad emocional alta que libera con los amigos o en solitario.
En estos momentos tan delicados del desarrollo del adolescente, el tutor o profesor tiene que saber cómo intervenir con el objetivos de que su intervención no empeore las cosas.
Hasta la fecha he tenido la oportunidad de trabajar en ámbito académico y extraescolar con educandos de edades muy diversas, y he podido observar la diversidad de necesidades que cada individuo requiere de manera individual. Una de las cualidades que tanto amigos, como compañeros han destacado de mí tanto en el mundo laboral como personal, es mi capacidad de escuchar sin juzgar, la empatía y mi voluntad por ayudar y apoyar a todo aquel que lo necesita. Estas habilidades me ha permitido poder, en muchos casos, sin ser consciente ayudar a personas a superar etapas malas, o simplemente hacer que las personas disfruten de un buen momento junto a mí compañía.
Aunque considero imprescindible disponer de estas habilidades en mi futuro como docente en el aula, me gustaría formarme en temas de psicología con el objetivo de saber reconocer las necesidades específicas de cada uno de mis alumnos para así poder realizar una intervención más especializada y detectar posibles requerimientos que a simple vista puedan pasar desapercibidos. Estoy segura, sin embargo, que la experiencia también me proveerá de estos conocimientos.
Además, me gustaría que mi contribución más positiva fuera promover la sensibilidad de mi alumnos hacia el medio ambiente a través de diversos proyectos donde se trabajen contenidos junto con la inteligencia emocional. Considero que para que aprendan a respetar algo, han de sentir su importancia, y para ello han de conocerlo. Yo soy muy partidaria de aprender a través de la experiencia, de las emociones, de las sensaciones. Quiero que sientan que formamos parte de la naturaleza, que aprendan a sentirla, valorarla y por tanto, respetarla. Me gustaría también transmitirles y ayudarles a fomentar su capacidad crítica, y darles las herramientas para que se cuestionen y sean críticos con las cuestiones de la vida, pero no solo que lo cuestionen, sino que actúen en base a sus convicciones.
Si tuviera que resumirlo en una frase, ésta sería: "amarse a sí mismo no es egoísmo, para poder amar a los demás, primero aprendí a amarme a mi mismo" Flowkloricos (por amor al odio). El amor a uno mismo, es una manifestación de amor hacia la naturaleza.
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